Carquinyolis: dulces, sabrosos y crujientes

Hoy os traemos la receta de otro pecado capital... unas pastas típicas de nuestra tierra que se conocen con el nombre de Carquinyolis (aunque por la parte de Valencia también se llaman Rosegons).

Se trata de unas pastitas secas de almendras (quedan como rebanaditas de pan dulces) ideales para tomar con una copita de moscatel o mistela, aunque también están riquísimas con el café después de una buena comida, o para desayunar, o... jeje! Si es que a todas horas apetecen! Estan suuuuper crujientes y entran solos... son un verdadero vicio!!

Tomad nota y precalentad el horno (a 180º-190º), porque esto lo tenemos listo en un santiamén!!!

Para hacer la masa necesitaremos:

Ingredientes**

· 500 gr de harina
· 300 gr de azúcar
· 400 gr de almendra cruda con piel
· 3 huevos
· 2 cucharaditas bicarbonato (disuelto en agua)
· 2 cucharaditas de levadura
· 2 cucharaditas de canela en polvo (opcional)
· 1 pizca de sal
· Ralladura de 1 limón (opcional)

Preparación

** Con estas cantidades os saldran dos bandejas enteras de carquinyolis. Si queréis hacer menos cantidad, probad con la mitad de todo (con un huevo será suficiente)

Lo primero que haremos será mojar generosamente las almendras y dejaremos reposar mientras preparamos la masa de los carquinyolis.

En un bol mezclamos los huevos con el azúcar, la sal, el bicarbonato, la canela y el limón rallado y lo batimos todo hasta obtener una mezcla homogénea.

Tamizamos la harina con la levadura en un bol grande y hacemos un "hueco" en medio, donde volcaremos la mezcla anterior y mezclaremos con una lengua o espátula desde fuera hacia adentro.

A medida que van integrándose, la masa se va espesando mucho... tanto que a nosotras incluso se nos partió la espátula :( Si veis que os cuesta trabajarla, seguid con las manos hasta que quede uniforme. A continuación añadiremos las almendras y seguiremos mezclando un ratito más.

Cuando las almendras estén bien mezcladitas entre la masa, haremos una bola que rebozaremos en harina para que no se nos pegue en las manos o en la mesa, y la dividiremos en 8 porciones.

Con cada porción, que podemos volver a enharinar si se nos engancha en la mesa o en las manos, haremos un cilindro de un palmo de largo (unos 20 centímetros aproximadamente). Cuando tengamos cuatro cilindros, los pasaremos a una bandeja de horno y los aplanaremos un poco, como veis en la foto. Nos tienen que quedar de 1 centímetro de alto y nos 3 cm de ancho, más o menos.

Los pintamos con huevo batido, y al horno durante 30 minutos a 180º-190º.

Una vez fuera del horno, y todavía en caliente, cortamos las barritas en rebanadas oblicuas de 8-10 milimetros.

Las ponemos de nuevo en la bandeja y volvemos a hornear, a la misma temperatura, 4 minutos más. Damos la vuelta a todas las piezas y horneamos de nuevo 4 minutitos más.

Y ahora sí, ya están un pelín más doraditos y listos para comer!!! Bueno, mejor dejad que se enfríen... jeje!

Una vez se hayan enfriado, es aconsejable guardarlos en una caja hermética... así os aguantarán varios días.

Esperamos que os hayan gustado! Bon profiiiiiit!!